jueves, 13 de marzo de 2008

La escritura del escritor chileno-canadiense Jorge Etcheverry:Testimonio de algunas ideas centrales relacionadas con su obra

Manuel Jofré
Universidad de Chile

ANTECEDENTES

Me parece fundamental establecer, desde el inicio, algunas cuestiones básicas. Lo que Jorge realiza, primero que nada, es una escritura y en ese marco hay que entenderlo. Es la dimensión macrodiscursiva, más allá y fuera de la obra. Quiero comentarla primeramente sin diferenciar tanto entre poesía y prosa.

Segundo, el proyecto de esa escritura es un diálogo constante con el contexto discursivo, de tipo cultural, dinámico y cambiante, que construye la escritura de Jorge misma. Se dialoga con el sistema de la poesía chilena en el interior y también con la literatura contemporánea, particularmente canadiense. Este contexto no puede verse como un conjunto estático de objetos, sino que son otros discursos con los cuales se dialoga, desde el observatorio que es su posición como escritor chileno en Ottawa. Un escritor por siempre en el exilio.

Tercero, esta escritura situada también dialoga con la coyuntura política global, asumiéndose como parte de un proyecto de trinchera. De allí la importancia de las crónicas, o anuncios, por ejemplo, en su totalidad. Y la consideración que se le da a la libertad artística, tanto en el politematismo como multiplicidad de géneros en las formas poéticas, a modo de ilustración. Hay una lucha ideológica que son los choques entre las placas teutónicas gigantescas de índole temporal. Y espacial, expresadas en el embate ideológico.

LAS INTERACCIONES

Cuarto, esta escritura acerca de la escritura de Etcheverry se genera desde la idea de el ínter fertilización de parte de las diversas instancias discursivas, esencialmente permitiendo que los procedimientos prosísticos actúen sobre la escritura poética. Eso ya estaba como planteamiento en Etcheverry en los años 60, en su parte del manifiesto de la Escuela de Santiago.

Quinto, no se trata que la poesía intervenga en la realidad sino que la realidad intervenga en la poesía, Este proceso pertenece al gran tiempo del milenio donde lo lírico se narrativiza. Hay, aquí en Etcheverry, este procedimiento, en esta escritura, como un generador prosístico. La prosa es critica, cuestionante y mantiene una relación no idealizada con su tiempo presente. La prosa va siempre más allá del mundo personal de la poesía de la voz que comparte. En otras palabras, la relación entre literatura y vida es muy estrecha en la escritura de Etcheverry. Y es parte del gran diálogo entre discurso y realidad, que no puede ser visto solo mimética o referencialmente.

LOS GÉNEROS

Sexto, es pues la prosa la que interviene a la poesía y no la poesía a la prosa. Un traspaso de géneros de la vida, géneros discursivos primarios que transitan a los géneros literarios. Esto significa que el imaginario cotidiano es de una gran capacidad expansiva en la escritura de Etcheverry, tanto como enfrentamiento de lo real, en las notas, crónicas y prosa, en cuanto a géneros discursivos y literarios diferentes y también como el real cotidiano ingresa a la poesía, como un elemento muchas veces antipoético.

Séptimo, la escritura de Etcheverry es pues de mimetismo bajo, como diría Frye o de la poética de la ironía como diría Bajtin. Sus obras realistas, poemas, crónicas, anuncios, testimonios, que se encuentran en su obra publicada y en su sitio web son todos microrrelatos. Son cuadros de la vida cotidiana, que parten de una experiencia concreta y especifica pero que no se dejan reducir a lo autobiográfico.

Octavo, en él, la literatura se basa en lo urbano, tal como ha reafirmado una y otra vez desde el Manifiesto de fines de los sesenta. Sus textos, ya sean poemas o relatos de variada extensión son retratos urbanos de circunstancias, situaciones con personajes históricos y reales. Una escritura, a fin de cuentas, facturada de episodios vivenciales; paradojales, a veces, paródicos otras veces, donde la absurdidad postmoderna se manifiesta siempre. , la escritura de Etcheverry es pues de mimetismo bajo, como diría Frye o de la poética de la ironía como diría Bajtin. Sus obras realistas, poemas, crónicas, anuncios, testimonios, que se encuentran en su obra publicada y en su sitio web son todos microrrelatos. Son cuadros de la vida cotidiana, que parten de una experiencia concreta y especifica pero que no se dejan reducir a lo autobiográfico. Octavo, en él, la literatura se basa en lo urbano, tal como ha reafirmado una y otra vez desde el Manifiesto de fines de los sesenta. Sus textos, ya sean poemas o relatos de variada extensión son retratos urbanos de circunstancias, situaciones con personajes históricos y reales. Una escritura, a fin de cuentas, facturada de episodios vivenciales; paradojales, a veces, paródicos otras veces, donde la absurdidad postmoderna se manifiesta siempre.

No hay comentarios.: